Two spools of thread, one red and one green, rest on a beige fabric. A red geometric shape is on the right edge of the image.

¡Circularidad ya! Por Libby Sommer

18 junio 2025  |  Circularidad

Por Libby Sommer, directora de LibbySommer LLC

Libby Sommer es asesora y consultora independiente con experiencia previa en el sector público, marcas, start-ups y organizaciones sin ánimo de lucro. Su trabajo se centra en desentrañar la sostenibilidad para impulsar la innovación y el impacto.

Imagina esta situación: tienes que tomar una decisión de compra importante y quieres elegir la opción más sostenible. Buscas información en Internet, consultas fuentes fiables y quizá pides consejo a un amigo experto en la materia. Pero, a pesar de todos tus esfuerzos, la respuesta más definitiva que encuentras es: «Depende».

Esta frustrante situación es muy habitual en el ámbito de la sostenibilidad, donde las decisiones suelen implicar datos poco claros y compensaciones complejas. Tomemos, por ejemplo, un estudio reciente de investigadores australianos que evaluó el impacto del ciclo de vida del cambio entre tipos de fibras, concretamente entre poliéster y algodón, poliéster y lana, o poliéster de origen biológico y de origen fósil.

A través de 16 indicadores de evaluación del ciclo de vida, descubrieron que cada cambio de fibra conlleva compensaciones. Por ejemplo, el cambio del algodón al poliéster derivado del petróleo redujo la escasez de agua y el uso de la tierra, pero aumentó las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de combustibles fósiles. Esto refleja una tendencia más amplia en la evaluación del ciclo de vida: las fibras sintéticas suelen obtener peores resultados en los impactos relacionados con los procesos industriales, como el uso de combustibles fósiles, las emisiones de gases de efecto invernadero y el agotamiento de la capa de ozono, mientras que las fibras naturales suelen obtener malos resultados en los impactos relacionados con la tierra, como la escasez de agua, la eutrofización terrestre y la acidificación. Esto puede hacer que sea extremadamente difícil evaluar el impacto medioambiental de las diferentes opciones de fibras. Sin embargo, no todos los beneficios del estudio fueron tan ambiguos.

Los investigadores también exploraron una segunda estrategia para reducir el impacto medioambiental de los textiles: prolongar la vida útil de las prendas. Descubrieron que aumentar el número de veces que se usa una prenda es beneficioso para todos los tipos de fibras y todos los indicadores de impacto. En otras palabras, un uso más prolongado de las prendas reduce de forma sistemática el impacto medioambiental sin contrapartidas.

Bar chart comparing environmental impact per wear for garments made of polyester versus fibres A, B, and C, showing reduced impact with increased garment re-use.

Figura 1: Ventajas relativas de cambiar las fibras frente a prolongar el ciclo de vida de las prendas (fuente de la imagen: Wiedemann et al., 2023)

Circularidad: Ofreciendo beneficios inequívocos

Las conclusiones anteriores ponen de relieve la importancia de prolongar la vida útil de las prendas de vestir cuando se trata de abordar el impacto medioambiental de la industria de la moda. De hecho, existen varias estrategias diseñadas para alcanzar este importante objetivo que pueden aplicarse ahora mismo, sin necesidad de esperar a que se desarrollen la próxima generación de fibras o tecnologías de producción. Además, tanto los clientes como los legisladores son cada vez más conscientes de la necesidad de prolongar la vida útil de las prendas de vestir.

A table listing strategies to extend product lifespan: Reuse, Repair, Refurbish, Remanufacture, and Repurpose, each with a brief definition.

Figura 2: Las estrategias prolongan la vida útil de los productos (fuente: Kirchherr et al., 2017)

En Europa, la industria textil nunca ha estado sometida a un control normativo tan intenso, especialmente en lo que respecta a la durabilidad y la reparabilidad de las prendas. Por ejemplo, la Directiva sobre el derecho a la reparación (R2R) recientemente adoptada por la UE tiene por objeto hacer que los servicios de reparación sean más accesibles y atractivos para los consumidores como alternativa a la compra de nuevos productos. Además, la Directiva Marco sobre Residuos actualizada significa que las marcas que venden prendas de vestir en la UE deben cumplir con la responsabilidad ampliada del productor para los textiles, lo que las hace más responsables de todo el ciclo de vida de sus productos. En ambos casos, fabricar prendas más resistentes puede facilitar el cumplimiento de la normativa.

Por otra parte, mejorar la durabilidad de la ropa de tu armario puede suponer un ahorro para los compradores. Así se destaca en el Informe de Circularidad 2024 elaborado por el sitio web de reventa de moda de alta gama Vestiaire Collective. En él, la empresa presenta un estudio que muestra que los artículos de segunda mano vendidos en el sitio web (que da prioridad a las prendas de calidad) eran un 33 % más baratos por uso que los artículos nuevos comparables de moda rápida. Esto pone de relieve la importancia de tener en cuenta todo el ciclo de vida del producto a la hora de evaluar su impacto en el bolsillo. Y lo mismo ocurre con el impacto medioambiental.

El pensamiento ecosistémico en acción

Si adoptamos una visión miope de un problema, no podemos comprender plenamente el impacto potencial de las decisiones individuales. Por ejemplo, cuando solo tenemos en cuenta el coste medioambiental de la producción de un material al evaluar el impacto global de un producto, limitamos enormemente la eficacia de nuestra evaluación. Sin embargo, si ampliamos nuestro enfoque para tener en cuenta la durabilidad global de la prenda y, por lo tanto, su huella «por uso» a lo largo de su vida útil, obtenemos una imagen mucho más clara. Al adoptar este enfoque más holístico, garantizando que los productos estén optimizados para la durabilidad y descubriendo nuevas oportunidades para prolongar la vida útil de los productos, la industria de la moda puede lograr importantes avances. Por lo tanto, si ha estado esperando para marcar una gran diferencia en el impacto medioambiental de su empresa porque los materiales de última generación aún no son rentables, no espere más: ¡el momento de la circularidad es ahora!

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Dorota Tankink
Dorota Tankink

Marketing & Communication Manager

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