Hace diez años, era casi impensable que el recommerce estuviera en el centro de atención para las marcas de moda y estilo de vida. Sin embargo, hoy existen fuerzas de mercado importantes que están impulsando a las marcas a adoptar estrategias de recommerce para extender la vida útil de sus productos. A continuación, analizamos cuatro áreas de influencia: sostenibilidad, clientes, crecimiento del mercado y legislación.
Cada vez más consumidores quieren que las marcas de moda y estilo de vida sean más sostenibles. Exigen que las marcas reduzcan su impacto negativo en el medio ambiente o incluso lo conviertan en positivo. Desean soluciones para los 5.8 millones de toneladas de textiles que los consumidores europeos desechan cada año, tres cuartas partes de los cuales terminan en vertederos.[1] Para obtener más información sobre esto, consulta el documento técnico "¿Está tu marca preparada para la circularidad textil obligatoria?".
Además, las personas están cada vez más preocupadas por cómo se produce la ropa. Hoy más que nunca, las decisiones de compra están influenciadas por la sostenibilidad: el 67 % de los consumidores de moda consideran importante el uso de materiales sostenibles, y el 63 % valora de la misma manera la promoción de la sostenibilidad por parte de una marca.[2] Los consumidores están favoreciendo cada vez más a las marcas sostenibles y cambiándose a aquellas que respetan valores éticos y sociales. Estos consumidores preocupados por la sostenibilidad están incluso dispuestos a pagar un 15 % más por opciones sostenibles.[3]
Las marcas que asumen responsabilidades están llegando a un público más amplio. La marca danesa de lujo asequible GANNI es un ejemplo de ello. GANNI eligió a Bleckmann como su socio logístico para todas sus operaciones en Europa, basándose en principios de sostenibilidad y responsabilidad en esta nueva asociación.[4]
El recommerce es una respuesta clara y orientada a soluciones para el creciente grupo de consumidores que desean vivir y comprar de manera más sostenible. La reventa de un artículo aborda dos problemas de impacto ambiental: en primer lugar, generar ingresos a partir de productos existentes, y en segundo lugar, extender la vida útil de los productos. El objetivo de ambos es reducir la sobreproducción y el uso de nuevas materias primas.
Los consumidores están cambiando su comportamiento: no solo se inclinan por productos sostenibles, sino que también están comprando cada vez más artículos de segunda mano. De esta forma, están modificando efectivamente su comportamiento de compra para reducir su huella de carbono. Considerando que la vida útil máxima de un artículo de moda es de cuatro a cinco años, cada individuo genera un promedio de 90 a 100 toneladas de residuos a lo largo de su vida.
Los clientes también están optando por opciones de segunda mano porque les permiten acceder a un estilo único. Encontrar un estilo es uno de los factores motivadores principales por los que los consumidores compran de segunda mano, y la expresión personal a través de la ropa nunca ha sido tan fácil. La amplia variedad de marcas y estilos en el mercado de segunda mano permite a los consumidores explorar décadas de diferentes estilos, colores y temporadas para encontrar lo que les atrae. Las marcas que participan en el recommerce aumentan su capacidad de ofrecer más artículos a más clientes.
Ya sea por razones de estilo o como respuesta a la amenaza ambiental a nuestro planeta, el mercado del recommerce está creciendo y no puede ser ignorado. En 2021, el mercado de segunda mano representó 96 mil millones de dólares a nivel mundial y creció más del 20 % hasta alcanzar 119 mil millones de dólares un año después. Se prevé un crecimiento significativo en los próximos años, y se espera que el mercado alcance un valor de hasta 218 mil millones de dólares para 2026.[6] Por lo tanto, se anticipa que el mercado de segunda mano se duplicará en cinco años.
Los investigadores calcularon que la proporción de ropa de segunda mano en los armarios de las personas aumentará al 27 % en 2023.
Aquellos que no lancen actividades de recommerce están perdiendo una oportunidad en un mercado prometedor. Los investigadores esperan ventas de 51 mil millones de dólares en este mercado de reventa para 2026.
Las marcas deben responder al cambio en el comportamiento del consumidor y aceptar que, con la mejora en la conciencia, la conveniencia y la demanda, la reventa está aquí para quedarse.
La legislación europea y nacional está presionando cada vez más a las empresas para que promuevan la circularidad. La directiva de Responsabilidad Extendida del Productor (EPR) de la Unión Europea es un desarrollo clave, ya que proporcionará la legislación más radical y de mayor alcance para el sector textil.
La directiva EPR requerirá que las empresas textiles clasifiquen y preparen la ropa antes de reciclarla, paguen tarifas de disposición o reciclaje, y establezcan sistemas de depósito y recuperación. Actualmente, esto ya está en vigor en Francia, y otros cinco países planean implementar la EPR en los próximos dos años. Las marcas que quieran esperar y ver o que no consideren que el recommerce es adecuado para ellas o sus clientes no tendrán opción. Esto se debe a que las marcas serán responsables de los productos que fabrican durante todo su ciclo de vida. Para obtener más información sobre esto, consulta el documento técnico "¿Está tu marca preparada para la circularidad textil obligatoria?".
[1] https://ec.europa.eu/research-....
[2] https://www.mckinsey.com/indus...
[3] https://www.mckinsey.com/indus...
[4] Press release: Ganni chose Bleckmann as the new logistics partner
[5] https://www.statista.com/stati...
[6] https://www.statista.com/stati...
[7] https://www.statista.com/stati...
[8] https://www.bcg.com/publicatio...
[9] https://www.bcg.com/publicatio...
[10] https://www.statista.com/stati...