Por Teju Adisa-Farrar, Fundadora y Directora de Ecosistemas de Black Fiber & Textile Network
Durante más de una década, términos como circularidad, sostenibilidad, prácticas regenerativas y conciencia ecológica se han utilizado a menudo sin definiciones claras y coherentes. En el sector textil y de la confección, es esencial aclarar lo que significan estos términos para fomentar un entendimiento común y promover una responsabilidad reflexiva.
Empezando por la circularidad, es importante definir lo que significa este concepto a un nivel básico. Circularidad es: algo que termina y empieza en el mismo lugar. La verdadera circularidad es posible cuando se adopta un enfoque ecosistémico, porque los ecosistemas realizan un ciclo a través de los entornos en los que existen. Sin embargo, alcanzar la verdadera circularidad requiere una transformación de todo el sistema ecológico y económico.
Uno de los principales obstáculos para lograr la circularidad y las prácticas regenerativas en la industria textil y de la confección es la fidelidad del sector a los conceptos de "escala" y maximización de beneficios. Este enfoque en la ampliación y el aumento de los beneficios es un factor clave de la crisis climática, ya que a menudo bloquea la adopción de soluciones verdaderamente sostenibles. Por el contrario, las soluciones regenerativas se basan en el lugar, son biorregionales y se centran en la comunidad. Aunque estos enfoques no maximicen los beneficios empresariales, promueven un desarrollo económico significativo y apoyan a las comunidades y los ecosistemas locales.
Adoptar un enfoque ecosistémico de la circularidad posicionaría al sector textil y de la confección para contribuir significativamente al futuro sostenible que tan urgentemente necesitamos. Aunque transformar las redes de suministro y la mentalidad empresarial es todo un reto, ampliar estos paradigmas es esencial para asumir un papel de liderazgo en la emergente economía regenerativa.
Para adoptar un "enfoque ecosistémico", primero debemos definir qué es un ecosistema. Un ecosistema es un área geográfica donde los organismos vivos -como plantas, animales, paisajes, topografías, personas y microorganismos- interactúan para formar un sistema medioambiental intermutuamente dependiente. Cada elemento de un ecosistema está interconectado, directa o indirectamente.
En relación con la industria textil, un planteamiento ecosistémico reconoce que cada etapa del proceso de producción debe nutrirse y alinearse, creando una base en la que todas las partes puedan prosperar y adaptarse colectivamente a los retos y cambios tecnológicos.
En la industria textil y de la confección, la circularidad no puede simplemente "añadirse" a una cadena de suministro. De hecho, no deberíamos seguir pensando en términos de "cadenas" de suministro. Las cadenas de suministro actuales se basan en modelos lineales de abastecimiento y flujos de materiales. En mi trabajo, preferimos el término redes de suministro. Una cadena de suministro es frágil; si se rompe un eslabón, todo el sistema se interrumpe, como vimos al principio de la pandemia de COVID-19.
En cambio, las redes y redes de suministro son más resistentes porque permiten intrínsecamente que se produzcan lagunas sin que se derrumbe todo el sistema. Las redes de suministro están descentralizadas, responden a los matices geográficos y no dependen de la uniformidad. Este deseo de uniformidad en las cadenas de suministro tradicionales impulsa modelos lineales y centralizados. Para avanzar hacia un futuro sostenible y regenerativo, el sector textil y de la confección debe adoptar la flexibilidad en lugar de la uniformidad.
Los marcos regenerativos pueden utilizarse como vía hacia la circularidad. Por ejemplo, el principio básico de la agricultura regenerativa es que empieza y acaba en el mismo lugar: el suelo. La producción de fibras y textiles ilustra cómo los sistemas agrícolas regenerativos pueden conducir a economías circulares. La agricultura regenerativa ofrece estrategias para construir economías circulares que den prioridad a la equidad cultural, medioambiental y económica. El gráfico siguiente ofrece una visión general de cómo las estrategias regenerativas pueden aplicarse a los esfuerzos de circularidad de formas tanto grandes como pequeñas.
ESTRATEGIAS ECOSISTÉMICAS REGENERATIVAS | ECONOMÍA CIRCULAR OPORTUNIDADES |
Utiliza la mayor cantidad posible de materia prima // piensa en la producción y la descomposición. | Retener más valor de los materiales que utilizamos reduciendo (o eliminando) los residuos y creando ciclos de usos. |
Trabaja con redes ecológicas descentralizadas (por ejemplo, micelio y otros organismos). | Preferir las redes de suministro a las cadenas de suministro para crear resiliencia y honrar el matiz. |
Aprende de las prácticas indígenas de relación y reciprocidad con nuestro entorno. | Céntrate en cultivar y mantener relaciones equitativas (continuas) en lugar de incentivar el beneficio. |
Trabajar hacia una verdadera circularidad en el sector textil y de la confección requiere que Re imaginemos la forma en que enfocamos la producción, la distribución, el trabajo y el consumo. Un cambio de las cadenas de suministro lineales a las redes de suministro resistentes, basado en un énfasis en los marcos regenerativos, ofrece una vía para crear sistemas sostenibles y equitativos. La verdadera circularidad requiere un enfoque ecosistémico, que reconozca la interconexión de todos los elementos del ciclo de producción. Un enfoque que promueva la adaptabilidad y la colaboración entre comunidades y geografías. Al definir un lenguaje compartido para hablar de esto, y al centrar las estrategias regenerativas, la industria puede ir más allá del escalado impulsado por los beneficios y avanzar hacia un desarrollo económico significativo que apoye tanto los ecosistemas locales como la sostenibilidad global. Lograr esta transformación no será tarea fácil, pero es esencial para alinear esta industria con un futuro regenerativo.